Frank Cuesta ha logrado recuperar su santuario después de un largo y complicado proceso legal. El defensor de los animales, que lleva años luchando por proteger la fauna en Tailandia, anunció recientemente que el santuario, que estuvo en peligro de ser arrebatado, vuelve a estar bajo su control. Este espacio es más que un lugar físico para él; representa su misión de vida, por lo que la noticia ha sido un respiro después de meses de tensión.
El presentador y activista ha sido transparente sobre lo difícil que ha sido este camino, no solo por las trabas legales, sino también por los conflictos familiares que surgieron en el proceso. Cuesta compartió su experiencia en un video publicado en sus redes sociales, donde explicó cómo se desarrollaron los hechos.
"Ya tenemos las tierras. Ya hemos puesto todas las tierras juntas"
La situación se complicó cuando Yuyee, su expareja y madre de sus hijos, estuvo involucrada en la disputa por el control del terreno. El enfrentamiento entre ambos generó tensión en la familia, algo que el propio Cuesta lamenta profundamente. A lo largo de las semanas, ambos tuvieron que enfrentarse no solo en términos legales, sino también emocionales, lo que hizo que la situación fuera aún más delicada.
"Es muy feo que la familia esté dividida así. Mi hijo me dijo: 'Papá, siempre decías que la familia era lo primero, ¿cómo hemos llegado a esto?'", relató Cuesta, dejando ver el impacto emocional que la situación ha tenido en sus seres queridos.
El activista ha señalado que, a pesar de haber conseguido recuperar el santuario, la relación con su familia ha quedado muy dañada. En el mismo video, Frank expresó su frustración y tristeza por cómo los problemas personales han llegado hasta este punto.
Además de los conflictos familiares, la burocracia tailandesa complicó aún más la situación. Frank explicó que, aunque ya se había firmado el traspaso de las tierras, todavía quedaba por realizar el proceso de registro. Durante este trámite, las autoridades locales llegaron a sospechar de las intenciones de Frank y su equipo, llamando incluso a la policía.
"Fue muy feo, porque cuando estábamos saliendo, llamaron a la policía porque pensaban que íbamos a hacer algo raro", contó Cuesta.
Este incidente en particular fue una de las muchas piedras en el camino que Frank ha tenido que sortear durante este proceso. Sin embargo, a pesar de los obstáculos, el activista pudo resolver la situación y continuar con los trámites necesarios para asegurar que el santuario siga funcionando como refugio para los animales.
En su video, Frank también hizo referencia a la persona que lo ha acompañado a lo largo de esta batalla legal. Con una mezcla de humor y cariño, habló sobre "Rata", como llama a su pareja actual. Explicó que en Tailandia es común que las personas tengan motes, y su pareja no es la excepción. Este apoyo ha sido fundamental para él en un momento tan complicado, especialmente dado el impacto que ha tenido el conflicto en su vida familiar.
El santuario de Frank Cuesta no es solo un refugio para animales en peligro, es también un símbolo de su compromiso con la fauna tailandesa y su lucha constante contra el maltrato animal. Durante años, Cuesta ha estado involucrado en rescates, cuidados y liberaciones de animales salvajes que han sido víctimas de tráfico o maltrato. Su dedicación a esta causa es conocida por muchos, y el santuario es uno de los pilares fundamentales de su activismo.
Este espacio, que él mismo ha construido con esfuerzo y dedicación, ha albergado a cientos de animales en situaciones extremas. Desde serpientes y cocodrilos hasta animales más pequeños, como aves o mamíferos, el santuario ha sido una salvación para ellos. Frank no solo ofrece un refugio temporal a estos animales, sino que también trabaja para reintroducirlos en la naturaleza siempre que es posible.
Sin embargo, el conflicto por el terreno no solo afectó a Cuesta y su familia, sino también a los animales que dependen de este lugar. Durante los meses de incertidumbre, muchos de los proyectos de rescate y cuidado se vieron interrumpidos, y hubo temor de que el santuario pudiera ser cerrado de forma definitiva. Afortunadamente, ahora que Frank ha logrado resolver la situación, parece que todo volverá a la normalidad.
Aunque Frank Cuesta ha dejado claro que está feliz por haber recuperado el santuario, también ha mostrado su agotamiento tras todo el proceso. En sus palabras, la batalla ha sido larga y agotadora, y aunque ha salido victorioso, las heridas emocionales todavía tardarán en sanar.
"He cumplido el pacto, querían dinero y les he dado dinero. El chantaje se ha pagado, y lo hemos conseguido con la ayuda de todos vosotros", dijo Cuesta, refiriéndose a los seguidores que le han apoyado a lo largo del conflicto.
El activista ha sido claro al expresar que ahora lo único que quiere es vivir tranquilo y centrarse en su labor de rescate de animales. Después de meses de incertidumbre, su principal deseo es que el santuario vuelva a ser un lugar de paz y refugio para los animales que tanto lo necesitan.
Frank Cuesta es consciente de que la batalla por el santuario ha llegado a su fin, pero no ha dudado en señalar que la situación ha dejado un sabor amargo. La relación con su expareja y su familia ha quedado afectada, y es algo que, según sus propias palabras, le costará mucho superar.
"Lo más importante es que los animales estén tranquilos y que esta gente se vaya a tomar por culo y haga lo que quiera", afirmó Frank, visiblemente enfadado por cómo se han desarrollado las cosas.
A pesar de todo, el activista sigue enfocado en su labor. En el mismo video, explicó que seguirá trabajando para mejorar el santuario y ofrecer el mejor cuidado posible a los animales que lo necesitan. El santuario sigue siendo su prioridad, y aunque la relación familiar esté rota, Frank está decidido a continuar con su misión.
El apoyo que ha recibido de sus seguidores ha sido clave durante este proceso. Cuesta ha contado con miles de personas que han seguido su caso, ofreciendo apoyo económico y emocional en los momentos más difíciles. Ahora, con el conflicto resuelto, Frank puede centrarse en su labor, sabiendo que el santuario está seguro.
Por el momento, Frank Cuesta no ha revelado qué proyectos tiene en mente para el futuro del santuario, pero su compromiso con los animales sigue siendo firme. La batalla ha sido dura, pero el santuario está a salvo, y eso es lo que más le importa.
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